viernes, 29 de mayo de 2009

RITUALES PARA LA PROSPERIDAD ECONÓMICA

Muchas veces necesitamos recurrir a algún tipo de hechizo cuando nos encontramos en situaciones económicas poco favorables.
Hay que recordar que los elementos cuya función sea la de atar objetos entre sí, cumplen en la magia dos funciones.
En primer lugar la misión primordial de los mismos es amarrar a los individuos, mantenerlos unidos o atraer ya sea personas o situaciones deseadas.
En segundo término también se utilizan para cortar con aquello que es dañino y perjudicial.
En este apartado voy a mencionar algunos de los ritos más usados para atraer la prosperidad económica, los cuales pueden realizarse con diferentes elementos, entre ellos: velas, cintas, monedas, etc.

RITUAL CON HILO SISAL

Elementos a emplear:
1 trozo de hilo sisal de 50 cm. de largo
1 cucharadita de sal de ajo
1 cinta roja de 10 cm. de largo

Procedimento:
a) Un día en que la Luna se encuentre en Cuarto de Luna Llena tomar el hilo sisal y anudarlo 7 veces, mientras se pide mentalmente 7 deseos que estén relacionados con la prosperidad material.

b) Anudar en uno de sus extremos la cinta roja.

c) Espolvorear el hilo con la sal de ajo y luego colgarlo sobre la parte interior de una de las puertas de las alacenas de la cocina.

RITUAL CON VELAS Y AZÚCAR

Este ritual se usa en casos de emergencia, cuando se necesita conseguir rápidamente algún dinero.

Elementos a utilizar:
3 velas de dos colores (amarillo-marrón)
150 grs. de azúcar
7 monedas doradas de uso corriente
1 Estampita de San Onofre
3 flores de color amarillo
1 Cruz pequeña de madera (que no tenga sostén de metal)

En un papel blanco escribir con tinta dorada el pedido deseado. Disponer el papel sobre una mesa recubierta con una tela de color blanco o amarillo.
Situar en un plato de loza blanco las 3 velas en forma de triángulo, colocando la primera en lo que será el vértice superior y continuando con las 2 restantes en el sentido de las agujas del reloj. (Recordar
siempre pegarlas en el plato utilizando fósforos de madera).
A continuación agregar el azúcar de la siguiente forma: en primer lugar rodear con azúcar la base de la primer vela que se colocó y continuar en idéntico orden en que se fueron pegando.
El resto del azúcar colocarlo en el centro del plato.
Luego dispersar las monedas en forma aleatoria sobre el azúcar.
Colocar el plato sobre el papel escrito.
A la izquierda del plato colocar la imagen de San Onofre con un florero en el cual se habrán colocado 3 flores amarillas y delante de esto disponer la Cruz.
A continuación encender las 3 velas (siempre siguiendo el mismo orden indicado) y proceder con mucha concentración a rezar la oración de la Estampita.
Cuando las velas se hayan consumido en su totalidad, deshacerse de los restos de las mismas, del papel escrito y del azúcar arrojándolos a una corriente de agua (puedo ser un río, mar o arroyo).
Dejar las flores en la habitación principal de la casa, utilizar las monedas para adquirir alimentos (preferentemente pan) y guardar la Estampita y la Cruz para cuando se vuelva a necesitar.

RITO PARA ATRAER DINERO

Este hechizo deberá realizarse un día en que la Luna se halle en la fase de Cuarto de Luna Llena.

Elementos necesarios:
1 vaso lleno de agua
1 uva
1 billete de uso corriente de poco valor

Procedimiento:
Agregar una uva dentro del vaso lleno de agua y colocar un billete de uso corriente de poco valor.

Dejarlo al aire libre (preferentemente en el marco de la ventana del dormitorio) una noche de Luna Llena.
Durante las 3 noches posteriores a ésto, y siempre un poco antes de la medianoche, agregar una cucharada de azúcar al vaso.
Al cuarto día, dejar secar el billete al sol y una vez que esté seco, envolverlo en un pañuelo blanco. Así envuelto, debe guardarse en una billetera o cartera que ya no se use.
Enterrar la uva en una maceta.
Nota: Este ritual deberá repetirse tres veces al año. Los billetes usados deberán ser guardados siempre dentro del mismo pañuelo y las uvas siempre enterradas.

RITUAL PARA PROTEGER ECONÓMICAMENTE A LA FAMILIA

El siguiente hechizo de protección se utiliza cuando se pretende que los miembros del grupo familiar no padezcan necesidades económicas. Este rito debe comenzarse un día Lunes.

Materiales necesarios:
Varios billetes que se encuentren fuera de circulación
Varias monedas antiguas que ya estén fuera de circulación
1 Vela de color verde
1 Vela de color amarillo
1 Trozo de paño grueso de color verde

Procedimiento:
Colocar los billetes sobre el paño formando con ellos un cuadrado o un rectángulo. En el centro de la figura colocar las monedas en forma de cruz.
Disponer a la izquierda de la cruz de monedas, la vela de color verde y a la derecha la de color amarillo.
Dejar que se quemen durante el lapso de una hora. Luego apagarlas con la yema de los dedos humedecidas en agua bendita.
Este ritual debe repetirse durante cuatro días más (totalizando 5 días) y encendiendo siempre las mismas velas y apagándolas de la manera antes descripta.
Al quinto día (el viernes) tirar los restos de vela que hayan quedado a una corriente de agua.
Las monedas y billetes deberán envolverse en el paño verde y guardarlo para siempre en algún mueble que se encuentre cercano a la mesa familiar.

PARA EVITAR PÉRDIDAS DE DINERO

Con este ritual se evita el quiebre de una empresa o negocio, además de alcanzar el éxito con mucha rapidez.
Nota: Preferentemente debe realizarse en un jardín, pero en el caso de no ser posible, debe utilizarse una maceta grande .El día en que debe realizarse es el Jueves.
En la mañana de un día Jueves tomar un puñado de migas de pan con la mano izquierda y con la derecha cavar un pozo profundo en la tierra.
Dirigir la vista al cielo e intentar mirar fijamente al Sol durante todo el tiempo posible. Cuando ya no pueda sostener la mirada al Sol porque lo ha encandilado, comenzar a enterrar las migas pronunciando
la siguiente oración:
El Sol y la Tierra, que poseen la generosidad de ser la fuente inagotable de la vida, harán fecundo este pan que les entrego. Propicien ustedes la prosperidad y la abundancia, y alejen de mí la pérdida y la carencia
Todos los días Jueves (y durante nueve semanas) regar la tierra con medio vaso de agua, en el cual se habrán dejado sumergidas durante toda la noche, varias monedas doradas.

lunes, 25 de mayo de 2009

El viaje del Loco

¿Quién es este personaje que se acerca al abismo? ¿Es que no teme caer en él? ¿No es acaso éste un demente, un niño feliz que ha nacido a la vida? Ignorante del riesgo, avanza feliz, tarareando una canción-cilla hacia el mismo borde donde otros, más valientes, no osarían poner el pie.
Es El Loco quien inicia el camino por la vida, y en su viaje, con su hatillo a la espalda, con su perro juguetón, el niño bufón nos mos­trará los mil caminos de la existencia. Cuando viene al mundo, nues­tro Loco descubre la dualidad que todo lo impregna. Los extremos opuestos de lo masculino y lo femenino, que representan El Mago y La Sacerdotisa, están presentes en todos y cada uno de los actos de nuestra vida. En la naturaleza están el día y la noche, el macho y la hembra entre los animales, lo seco y lo húmedo, lo caliente y lo frío. Pero en la naturaleza humana también hay espacio para lo externo y lo interno, la parte creadora y la conservadora. El Loco pasa entre ambos y aprende que el equilibrio está justo en el término medio. Porque sabe que también dentro de él, viven un hombre y una mujer.
Así, cuando un niño nace, como le sucede a nuestro Loco inocente, su primera vivencia es la relación con la madre. La Emperatriz repre­senta a la madre arquetípica. Ella es la reina de las cosechas y rige la fertilidad de la tierra. Porque ella, como cualquier madre, sabe el valor infinito de la vida y es todo amor. Pero después de la madre, El Emperador viene a demostrar que hay un principio masculino que es necesario para toda creación. En su trono rocoso, el Emperador es un padre severo pero justo, que enseña las normas morales y aplica las recompensas y los castigos.
Apéndices
Pero la educación no es algo que sólo se da en el núcleo familiar. Cuando llega la edad, nuestro Loco debe visitar al Sumo Sacerdote que representa la educación formal y las normas que toda sociedad impone a sus hijos. No es que al Loco le influyan mucho estas nor­mas, y por eso, abandona pronto al Sacerdote para vivir nuevas aventuras. Por eso se adentra en el Jardín del Edén con la misma ale­gría con que antes enfrentó los acantilados de su nacimiento. Ante la pareja arquetípica, Adán y Eva, nuestro Loco aprende los secretos de Los Enamorados. Sabe que el mundo está habitado por personas de diferentes sexos y que la atracción entre ambos es la base de todo lo que existe.
En el amor está la semilla de la esclavitud, pero también de la liber­tad de elección. Así que el amor humano es esclavo, pero el amor divino es libre. Sin esa libertad que le da alas, el Loco no podría acercarse a este nuevo personaje que se acerca por el camino. Es el conductor de El Carro, quien detiene un instante a sus esfinges por­tadoras para dirigirse a nuestro amigo. De su boca escucha el relato de mil batallas y otras tantas victorias. El príncipe que regresa está buscando honores y el reconocimiento de los suyos. Por él conoce el Loco, que en la vida hay batallas y que es bueno vencerlas si la inten­ción es noble.
Pero no hay batalla más desigual que la que sostiene la dama de La Fuerza en pugna con el fiero león. Con gusto le ayudaría nues­tro Loco a rematar su empeño de vender a la fiera, pero la donce­lla se basta y se sobra para dicha faena. ¿Qué misterio hay en este naipe? El Loco piensa que no siempre ha de vencer la fuerza de la espada y que quizá la fuerza de la virtud sea tan poderosa como ella. ¿No es acaso esta virgen un ejemplo viviente de ese poder?
Maravillado ante tanta fuerza de voluntad, el Loco ve anochecer y sigue su camino tanteando entre las tinieblas. Pero a lo lejos, una luz se acerca a él. Un anciano, El Ermitaño es el portador de esa luz. El Loco se acerca gozosamente a él, y juntos recorren un trecho del camino. El ermitaño le cuenta cómo se disipa toda la oscuridad con un solo punto de luz y cómo el interior del hombre es un misterio para el propio hombre. Pero ¿hay luz dentro de mí, o sólo tinieblas? Piensa el Loco. Y el viejo, sin saber que está leyendo su pensamiento, contesta: "sólo en ti está la luz con la que se podrá iluminar tu camino, en nadie más".
Lleno de felicidad, el Loco ve amanecer un nuevo día y ante él surge una rueda prodigiosa en el cielo coronada por seres sobrenatu­rales. Es la Rueda de la Fortuna y ante ella el medita sobre el karma y el destino, sobre los actos pasados y sus consecuencias futuras. En la rueda que gira, quien hoy está abajo, mañana estará arriba. Pero La Justicia, que es una dama severa, abate su espada sobre el Loco. Su vida, que ha estado regida por la búsqueda de la verdad, necesita efectuar algunos aprendizajes muy dolorosos, pero necesarios.
La primera prueba a la cual es sometido es la de convertirse en El Colgado. Tendido boca abajo, El Loco debe descubrir otra forma de ver la realidad y aprender el significado del sacrificio. En la segunda prueba, nuestro amigo debe enfrentar la experiencia más dura, La Muerte. Viendo la desolación que deja a su paso, el Loco se entris­tece, pues ella no tiene compasión de nadie. Ante la muerte aprende que el cambio es inevitable, y que todo lo que se inicia debe terminar para poder nacer a una vida nueva.
Un rayo de esperanza y fe viene de la mano de La Templanza. El ángel que cura las heridas del alma y las del cuerpo. Siendo tem­plado, el Loco aprende a superar con una sonrisa las pruebas más duras y se apresta a conocer a un enemigo temible. Todos tiemblan ante la presencia de El Diablo. Este personaje, siendo como es un gran tentador, ofrece a nuestro amigo la posibilidad de atarse a él. Prometiendo riquezas y poder, intenta atrapar al Loco y de hecho, lo logra. Pero pronto tiene el Loco la oportunidad de conocer la verda­dera naturaleza de los logros materialistas. Cuando cae el rayo del destino, La Torre sobre la que se ha alzado en su soberbia, se des­morona, lanzándolo al vacío. Nuestro Loco, magullado y confuso, llega a los pies de esta dama desnuda y hermosa que vierte agua de dos cántaros. Es La Estrella, quien le enseña el valor de la fe y la necesidad de la paz interior. "Cuando estás bien contigo mismo, dice ella, no tienes necesidad de acumular poder ni dinero. Eso son sólo espejismos para quien no ha crecido espiritualmente". Más calmado y tranquilo, el Loco ve brillar en el cielo a una señora plateada. Ella es La Luna, quien le enseña el gran poder que tienen los sueños. Pero es fácil perderse en las ilusiones y el Loco debe entregar una parte de su vida a descubrir que está dormido y que debe despertar.
Así pues, es bajo El Sol cuando el Loco aprende a disfrutar de la felicidad y plenitud de la vida. Como un niño pequeño, el Loco se desnuda de todas las convenciones y monta a caballo sobre la vida y sus maravillas. Nunca ha sido el Loco más feliz que en este momento y disfruta de cada momento como si fuera el último.
Es el sonido de una trompeta quien despierta al Loco de sus juegos y desnudo, debe correr al encuentro del Juicio Final. Él está entre los despiertos, pues aunque su camino ha estado lleno de peripecias, su deseo de avanzar a pesar de todo, le hace digno de estar entre los sal­vados. Siente así el Loco que toda su vida ha sido un preparativo para este momento en que recibe la llamada de la vocación. Tras este instante, la plenitud de El Mundo le está esperando.
Al final del camino, El Loco está exhausto y se sienta sobre una piedra. A su lado, su perro descansa. El tiene la mente confusa ante tantas ideas y tantas experiencias. Pero quizás no, quizás no esté tan confuso, quizás hay una claridad que emana de este camino reco­rrido y que poco a poco se adueña de su mente. El Loco nos mira y sonríe. Por primera vez, en calma, nos detenemos a mirar su rostro con detenimiento. Efectivamente, es nuestro rostro el que vemos reflejado en él. Este camino no sólo es suyo, es también nuestro.
¿Qué estás esperando para recorrerlo de nuevo?

UN RAYO DE LUZ

¿Qué nueva luz mi pensamiento hiere? ¿Qué nuevo aliento mi existencia anima? ¿Qué mágica esperanza me sonríe que embellece las horas de mi vida? ¿Es quizás el amor plácido ensueño que con un mundo de placer me brinda? ¿O la amistad me ofrece su consuelo? Emanación de Dios pura y bendita! ¿Me prodigó la suerte sus favores? ¿Me dio tesoros de sin par valía? ¿O la voluble fama en su entusiasmo dejó laureles en mi sien marchita? No es del amor el delirante anhelo, no es la amistad con su afección tranquila, no es la riqueza con su pompa vana, no es de la gloria la ilusión de un día. Es otra Luz que iluminó mi mente. Ya mi razón no duda, no vacila. Ya comprendo de Dios la omnipotencia, y admiro su poder y su justicia. Del porvenir el insondable arcano y el misterio infinito se descifra, en el momento que conoce el hombre el continuo progreso de la vida. Los mundos a los mundos se suceden. Generaciones mil se precipitan, que pasan cual fulgente meteoro derramando a su paso la semilla de un adelanto lento, pero eterno, que a la virtud sublime inmortaliza. ¡Qué. grande es del Señor la omnipotencia! Todo en la tierra a su poder germina. La destrucción no existe, no hay la nada, el no se lo forjo la fantasía….
Pluralidad de mundos y existencias, forman universales armonías, que para muchos hijos de la tierra fueron, son y serán desconocidas. ¡Fatal dominación de la materia que a tantos desaciertos precipita!...
……………………………………….. ……………………………………......
¡Incansables obreros del progreso! Arrastrad con valor vuestra fatiga; sacad del celemín vuestra linterna
y que brille la luz eterna vida. Que comprendan los míseros mortales que hay quien mira su llanto y su sonrisa; que Dios nos da un amor inextinguible y su misericordia es infinita.

Amalia Domingo Soler